Nuestras células oxidan continuamente nutrientes y producen un exceso de calor suficiente para mantener nuestra temperatura. Dentro de nuestro organismo se producen continuas combustiones que hacen que tengamos una temperatura distinta a la del medio que nos rodea. El exceso de temperatura lo liberamos por nuestra piel. El que hace que esta temperatura se mantenga constante es el hipotálamo que es una glándula, del tamaño de un guisante, situada en el centro de nuestro cerebro.
Aportado por Aldara, Laura, Sergio, Patricia, Nicolás y Javier.
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